Una mirada en profundidad a los micropréstamos en España

enero 17, 2019

Los préstamos online ya no son el gran desconocido que fueron tan solo hace unos años. Aunque el perfil del solicitante medio (hombre, entre 35 y 50 años, trabajador por cuenta ajena y que busca una solución rápida para lograr una cantidad relativamente pequeña) sigue estando bastante definido, otro tipo de consumidores se van sumando, progresivamente, a los clientes del microlending.

Financiación online y, sobre todo, vía smartphone

Este aumento de peticiones de crédito online (microlending), y de la diversidad de los solicitantes, se explica por varias razones. Para empezar, por la incorporación de la generación millennial al mercado de servicios financieros. Son los nacidos entre 1980 y 1997 y, según datos de la firma Fintonic, uno de cada tres consumidores de este margen de edad ni siquiera cuenta con una tarjeta de crédito. Es decir, su única vía de relación con entidades financieras (tradicionales o no) es online.

Si miramos los datos de penetración del uso de teléfonos móviles en Europa, es lógico pensar que esa relación financiera de los millennials (también llamados “generación Y”) con las firmas financieras se dará, preferentemente, vía smartphone. Según el estudio de tendencias digitales para 2018 elaborado por la empresa Hootsuite, y tomando como ejemplo España, 96 de cada 100 ciudadanos tiene un teléfono móvil; y, de ellos, un 87% son smartphones.

Generación Y, Generación X

Mencionábamos a la Generación Y porque son la cara más visible de la digitalización social y económica. Buena parte de ellos son lo que solemos llamar nativos digitales. Así que tienen menos frenos (y miedos) que generaciones anteriores hacia el uso de Internet para todas las actividades diarias: incluidos los pagos y compras online, o las solicitudes de préstamos.

Pero, poco a poco, la generación que les precede, la X (los nacidos entre 1966 y 1980), va venciendo prevenciones iniciales, y se apuntan también a relacionarse vía online con proveedores, de todo tipo, de productos y servicios.

La convivencia de estas dos generaciones en la petición de préstamos online (microlending)se refleja en un estudio de la firma Monedo Now, que recoge el perfil medio del solicitante de este tipo de créditos: las solicitudes de créditos les llegan en mayor medida (37%) de personas en la treintena (franja a caballo entre ambas generaciones). Les siguen (con un 27% de las solicitudes) una franja plenamente “X”, la de los 40 a 49 años. Y en tercera posición (19%) se sitúa una franja totalmente millennial (de 20 a 29 años).

Apoyados en la tecnología

Varias son las circunstancias que se han unido para empujar hacia arriba el uso de la financiación online. Primero, se ha dado una necesaria evolución de la tecnología, así como un aumento de disponibilidad de los medios de acceso a la misma. Esa evolución ha permitido la eclosión de las empresas FinTech, que han encontrado una manera distinta de ofrecer servicios financieros.

De forma paralela, una parte importante de los bancos, solos o en colaboración con firmas FinTech, se han sumado a esa nueva oferta que se apoya en la tecnología. También, como mencionábamos más arriba, ha sido determinante que la conexión a Internet, y la extensión de dispositivos desde los que navegar, se universalizara. Además, los esfuerzos en reforzar la seguridad de las plataformas online (y en convencer a los clientes de dicha seguridad) han venido a impulsar el negocio del crédito online.

Nacidos en tiempos de crisis

Asimismo, la financiación online encontró su momento de oro para crecer en la época de la reciente crisis mundial. Este sistema alternativo a la oficina bancaria tradicional se convirtió, una vez los bancos cerraron el grifo del crédito, en la única opción para muchos particulares, autónomos y pequeños empresarios.

Superada la etapa más difícil, la petición de créditos rápidos sigue al alza. Una vez más, por el cruce de distintas circunstancias. Por ejemplo, la mejora de la economía, que ha reactivado los créditos al consumo. Si tomamos los datos del Banco de España referidos a los primeros meses de 2018 (enero a julio), vemos que la banca dedicó a la concesión de nuevas operaciones de crédito 20.113 millones de euros. La cifra supera en 3.601 millones la del mismo periodo de 2017. Una subida muy destacable, ya que supone cerca de un 22% más, en términos relativos.

Así pues, pese a haber empezado a escalar posiciones (en cuanto a modelos de petición de préstamos preferidos por los consumidores) en épocas de vacas flacas, ahora se están aprovechando del tirón de los créditos al consumo en momentos de cierta recuperación.

Ventajas de los créditos online

Qué duda cabe que todos nos hemos acostumbrado a la rapidez y agilidad que facilita el entorno digital. Así que una de las cualidades que más valoran los usuarios de los préstamos vía Internet (microlending)es la rapidez de la respuesta. Del mismo modo, el no tener que desplazarse hasta una sede física, también suele considerarse un elemento a favor.

Otra ventaja indudable es la menor exigencia de documentación para estudiar la petición. A menudo basta con aportar un documento de identidad válido. No se suelen pedir nóminas (como máximo, justificar unos mínimos ingresos estables) y tampoco avales.

Eso no quiere decir que se aprueben todas las solicitudes (de hecho, las estadísticas hablan de que se deniegan tres de cada cuatro), pero sí son un aliciente para quienes tienen una necesidad urgente de liquidez y no quieren pasar por largos trámites y esperas. En ocasiones, el dinero se recibe en unos pocos minutos.

Evolución de las tasas de morosidad

Si más arriba hablábamos de la mejora de la economía y del incremento de las peticiones de créditos al consumo, esta circunstancia enlaza con la bajada de la morosidad en España. La mejora en la ratio de morosidad viene dándose desde 2012.

Si nos centramos en datos recientes generales (referidos a la banca tradicional), la morosidad descendió hasta el 9,21% en septiembre del pasado año, según el Banco de España. Equivale al nivel más bajo de morosidad desde mayo del año 2012. Los créditos dudosos sumaban un importe de 117.717 millones de euros (2.339 millones menos que los registrados en agosto de 2018).

Si en los préstamos más tradicionales hablamos de un 9-10% de mora, el porcentaje (según cifras de la UE) alcanza el 15% al hablar de micropréstamos online. Si a esa cifra añadimos otra, la de que cerca de un 20% de la población ya ha pedido en alguna ocasión un crédito de estas características, se deduce que es un sector de negocio con futuro y margen de crecimiento.

Morosidad y fraude: peligros a esquivar por los microlenders

Pese a tratarse de una actividad con mucho presente (y todavía más futuro), los microcréditos (microlending) deben cubrirse las espaldas para evitar la mora y, especialmente, el fraude. En el primer caso, se necesita contar con las adecuadas herramientas de scoring, que hagan una lectura e interpretación correcta de la trayectoria financiera de los peticionarios.

En el segundo, también la tecnología viene en ayuda de la empresa de préstamos online (microlending): con una solución que valide de forma indiscutible la identidad real del solicitante del crédito. Y la suma de ambas herramientas ha de permitir que salten las alarmas (las “banderas rojas”, como se las denomina) que nos pongan en guardia ante intentos de fraude. Todo ello con agilidad, seguridad y una buena experiencia de usuario.

Si se logran estos objetivos, empresas de microlending y clientes se beneficiarán de un nuevo y pujante modelo de financiación.

Compartir:

Artículos Relacionados

Cientos de empresas ya se benefician de nuestros servicios.

Nos encantaría ayudarte a ti también.

Mándanos un mensaje y nuestro equipo estará en contacto muy pronto.

Cientos de empresas ya se benefician de nuestros servicios.
Nos encantaría ayudarte a ti también.

Mándanos un mensaje y nuestro equipo estará en contacto muy pronto.